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Washington proclama la paz tras una guerra de 25 años

Soldados observan un vehículo militar inspirado en el Warthog de Halo durante una exhibición en un estacionamiento, en alusión simbólica al fin de la guerra de consolas

Tras 25 años de hostilidades, la Casa Blanca proclamó la paz en la guerra de consolas, un acuerdo histórico entre potencias… digitales.

Washington amaneció con un aire de alivio. En un gesto solemne desde el Despacho Oval, el presidente Donald Trump anunció el fin de un conflicto que, según sus palabras, “dividió generaciones, destruyó amistades y dejó millones de horas perdidas en combate virtual”. Las palabras del mandatario, amplificadas por la cuenta oficial de la Casa Blanca, sellaban lo impensable: el cese definitivo de la llamada guerra de consolas.

A su lado, el comunicado de GameStop actuó como documento oficial del tratado. Con tono de paz mundial, la cadena minorista declaró que, tras un cuarto de siglo de rivalidad, “los jugadores del planeta podrán por fin jugar juntos”. El mensaje fue replicado por el equipo de Respuesta Rápida de la Casa Blanca, que incluso contabilizó el hecho como el noveno conflicto resuelto bajo la administración Trump.

La imagen que acompañó el anuncio terminó por inmortalizar el momento: Trump, ataviado con la armadura de un Spartan de Halo, observando un amanecer pixelado. Debajo, el lema presidencial se adaptaba a la ocasión: Power to the Players.

Veinticinco años de tensiones diplomáticas

La guerra de consolas había estallado a comienzos del milenio, cuando dos potencias tecnológicas —Xbox y PlayStation— iniciaron una carrera armamentista de exclusivas, frames y resoluciones. Durante décadas, los frentes cambiaron de nombre, pero la batalla persistía en foros, redes sociales y salas de estar.

Analistas del sector coinciden en que el punto de inflexión llegó el pasado 24 de octubre, cuando Halo Studios anunció que Halo: Campaign Evolved, el remake del legendario Halo: Combat Evolved, llegará también a PlayStation 5 en 2026. Un gesto considerado, por muchos, como el equivalente a la caída del muro de Berlín del entretenimiento digital.

El hecho fue confirmado simultáneamente por Xbox Wire y PlayStation Blog, que describieron la alianza como un esfuerzo conjunto por “unir a los jugadores más allá de las plataformas”. Detrás del lenguaje corporativo, los expertos leyeron el mensaje político: una tregua entre superpotencias.

El Tratado de Redmond

Las negociaciones, según fuentes del sector, se gestaron durante meses en servidores cifrados y salas de chat privadas. Representantes de ambas consolas habrían participado en cumbres secretas mediadas por GameStop, el autoproclamado “neutral humanitario” del conflicto. El acuerdo final fue bautizado extraoficialmente como el Tratado de Redmond, en honor a la ciudad donde nació la primera consola de Xbox.

Al conocerse la noticia, las redes sociales se inundaron de memes y mensajes de reconciliación. Algunos usuarios compartieron imágenes simbólicas: un DualSense y un control de Xbox cruzando cables USB en señal de tregua. Otros compararon el hecho con los acuerdos de Camp David o la disolución de la Unión Soviética. Lo cierto es que el fin de la guerra de consolas dejó un mensaje insólito: la diplomacia también puede jugar.

Una paz digital duradera

Si algo demostró el fin de la guerra de consolas es que los límites entre política, cultura y tecnología son cada vez más difusos. La Casa Blanca capitalizó el momento como un logro diplomático; GameStop se coronó como intermediario global; y Halo, la franquicia que alguna vez simbolizó la hegemonía de Xbox, se convirtió en el símbolo de una nueva era de cooperación digital.

Con el Despacho Oval iluminado por el resplandor de las pantallas, Trump concluyó su discurso con una frase que, paradójicamente, también sirve como línea de diálogo en Halo: “Mission accomplished”.

Robinson G.

Escritor entusiasta. Me gusta explorar temas curiosos y dudas existenciales. Todo empezó con aquellos “Datos curiosos de Google”.