Robinson Gualteros
La UNESCO ha dado un paso decisivo para fortalecer la comunicación de emergencias en el Caribe al seleccionar a 23 comunicadores de distintos países de la región para un programa intensivo de formación en IA, drones y sistemas GIS. En un territorio donde los desastres naturales son frecuentes y la información puede salvar vidas, la preparación técnica se vuelve tan crucial como la infraestructura.
Aunque podría parecer un curso más en herramientas digitales, este entrenamiento de 30 horas representa una transformación profunda en la forma en que los comunicadores regionales recopilan, verifican y presentan datos durante momentos críticos. La UNESCO no solo busca entregar tecnología: pretende remodelar capacidades esenciales para enfrentar tiempos de crisis.
👉 Contexto:
- La UNESCO apuesta por IA y drones para frenar la desinformación en crisis del Caribe
- La UNESCO trabaja con GeoTechVision y Flying Labs para entrenar comunicadores caribeños
Lo que estos 23 participantes aprenderán va mucho más allá de operar dispositivos. Se trata de adquirir un conjunto de habilidades que permitirán a la región responder con mayor precisión y rapidez ante futuros desastres.
Una región que exige nuevas habilidades para comunicar en crisis
El Caribe es una de las regiones más expuestas del mundo a huracanes, tormentas tropicales, inundaciones y deslizamientos. Cuando una emergencia ocurre, la rapidez con la que se comunica la información determina en gran medida el nivel de riesgo para las comunidades.
Sin embargo, durante estos eventos es común encontrar limitaciones en la verificación de datos, dificultades para obtener evidencia visual confiable y ausencia de herramientas que permitan contextualizar un impacto geográfico. Estas brechas pueden generar confusión y complicar la respuesta tanto de autoridades como de medios.
En este escenario, el desarrollo de nuevas competencias se vuelve prioritario. La llegada del programa apoyado por la UNESCO responde a esta necesidad urgente y abre la puerta a una comunicación más sólida y preparada.
Las competencias clave que UNESCO busca desarrollar en 23 comunicadores
El corazón del programa se centra en tres áreas esenciales. La primera es la inteligencia artificial orientada a la verificación de información, una herramienta que permite identificar patrones engañosos, contrastar datos y reducir la propagación de rumores durante emergencias.
La segunda es la operación de drones, que ofrece la posibilidad de capturar imágenes aéreas en tiempo real, evaluar daños, identificar zonas de difícil acceso y documentar de forma segura áreas afectadas. Esta perspectiva visual se ha convertido en una de las herramientas más valiosas para el periodismo de emergencias.
La tercera es el manejo de sistemas GIS, fundamentales para visualizar mapas, rutas, zonas afectadas y variables geoespaciales. Gracias a estos sistemas, los comunicadores podrán ilustrar con claridad la magnitud de un evento y sus posibles consecuencias.
El objetivo de la UNESCO es que cada participante integre estas tres competencias para elevar el estándar de la información en contextos críticos.
Simulaciones, ejercicios prácticos y metodología del programa de 30 horas
El entrenamiento no se limita a clases conceptuales: combina sesiones sincrónicas, materiales asincrónicos y ejercicios prácticos basados en escenarios reales. Las simulaciones permiten a los participantes experimentar la presión de una emergencia mientras aplican cada herramienta tecnológica.
Los ejercicios con drones recrean situaciones donde se deben evaluar daños o buscar información visual en áreas afectadas. A su vez, el uso de IA se incorpora en ejercicios de verificación acelerada para medir la capacidad de respuesta.
El programa incluye un proyecto final que exige integrar IA, drones y GIS en un caso práctico, demostrando que las habilidades adquiridas no son aisladas, sino parte de una metodología coherente para enfrentar situaciones de crisis.
Una nueva generación de comunicadores tecnológicos para el Caribe
Los 23 comunicadores seleccionados representan una apuesta estratégica. No solo fortalecerán las capacidades de sus redacciones o instituciones, sino que también podrán multiplicar el conocimiento en sus comunidades.
Este tipo de formación contribuye a que las autoridades tengan acceso a información más precisa y verificada, lo que facilita la toma de decisiones en momentos críticos. También ayuda a las comunidades a recibir mensajes claros y confiables.
El rol de la UNESCO es fundamental en este proceso: su respaldo permite que esta nueva generación se convierta en un motor de cambio para todo el Caribe.
El futuro: cómo UNESCO podría transformar la comunicación de desastres en la región
Si los resultados del entrenamiento se replican en más países y sectores, el Caribe podrá contar con una red de comunicadores preparados para enfrentar emergencias con mayor profesionalismo y herramientas tecnológicas avanzadas.
A mediano plazo, esta iniciativa podría inspirar nuevos programas y actualizaciones que integren tendencias emergentes como sensores remotos, análisis predictivo o plataformas colaborativas.
Con este programa, la UNESCO no solo está formando a 23 comunicadores: está sentando las bases para un modelo regional que prioriza la precisión, la evidencia y la resiliencia informativa.
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