Durante su conferencia en la Oficina Oval junto al director del FBI, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a referirse al acuerdo de paz en Medio Oriente, firmado una semana antes en Egipto. En un tono reflexivo, el mandatario lo calificó como “uno de los hitos diplomáticos más grandes de la historia moderna” y aseguró que marcó “el verdadero fin de la guerra en Gaza”.
Trump explicó que el pacto logró reunir a varios líderes de la región, incluidos antiguos adversarios, en lo que describió como “un momento sin precedentes de unidad”. “Cada país, incluso los enemigos, se unieron para poner fin a años de sufrimiento y conflicto. Nadie había visto algo igual”, afirmó.
El contexto de una región en transición
El presidente subrayó que el acuerdo no solo puso fin al enfrentamiento entre Israel y Hamas, sino que también redujo la influencia de Irán en la zona. “Hamas ha perdido el apoyo de Irán, y eso lo cambia todo”, dijo Trump, quien destacó el papel de Estados Unidos como garante de la estabilidad posterior al conflicto.
En la misma intervención, afirmó que el pacto consolida una nueva etapa diplomática basada en la cooperación militar y económica entre países árabes e Israel. Según el mandatario, el resultado ha sido “el verano más pacífico en dos décadas” en Medio Oriente.
Lecturas y repercusiones internacionales
Las declaraciones de Trump reavivaron el debate sobre el verdadero alcance del acuerdo de paz en Medio Oriente. Mientras algunos gobiernos aliados de Washington celebran la firma del pacto como un paso histórico, otros analistas advierten que los retos humanitarios en Gaza y las tensiones con Irán siguen presentes.
Expertos en política internacional consideran que, más allá de la reducción del conflicto armado, el acuerdo servirá como una herramienta clave de política exterior para la administración Trump, que busca consolidar su imagen de liderazgo global antes de fin de año.



