Las pistolas de agua en Barcelona se han convertido en el símbolo más reciente de una protesta ciudadana contra el turismo masivo. Durante junio de 2025, grupos vecinales organizaron manifestaciones en distintos puntos de la ciudad utilizando pistolas de agua como herramienta simbólica para expresar su descontento.
La protesta, promovida por la Asamblea de Barrios por el Decrecimiento Turístico, busca visibilizar los efectos negativos de la masificación turística, como el encarecimiento de la vivienda, la pérdida del comercio local y la transformación de los barrios históricos en zonas exclusivamente destinadas a visitantes.
El origen de una protesta inusual
Durante los primeros días de junio de 2025, grupos organizados como la Asamblea de Barrios por el Decrecimiento Turístico lanzaron una convocatoria clara: salir a las calles con pistolas de agua. El objetivo no era dañar ni generar violencia, sino visibilizar un malestar que lleva años gestándose.
Barcelona, que durante años ha sido uno de los principales destinos turísticos de Europa, también se ha convertido en ejemplo de los efectos nocivos de la llamada “turistificación”. Subida del precio de la vivienda, masificación del transporte, desplazamiento de vecinos y barrios transformados en parques temáticos son parte de la denuncia.
Las pistolas de agua en Barcelona surgieron como un canal creativo y pacífico para este malestar. Mojar turistas se convirtió, paradójicamente, en una manera de poner el foco sobre un problema serio, sin caer en la confrontación directa.
¿Por qué usar pistolas de agua?
Más allá del impacto visual y lo anecdótico, el agua representa algo más profundo: una interrupción inesperada. Los manifestantes buscan generar incomodidad sin agresión, una forma de decir “estás invadiendo algo que no es tuyo” sin levantar la voz.
VIDEO: 🇪🇸 Barcelona residents fire water pistols at tourists in protest
— AFP News Agency (@AFP) June 17, 2025
Thousands of locals protest against mass tourism and rising house prices across Spain, with groups in Barcelona firing water pistols at tourists and putting stickers on hostels#AFPVertical pic.twitter.com/UuTkfCPTEO
Según Euronews, esta forma de protesta ha sido recibida con sorpresa tanto por los locales como por los turistas, muchos de los cuales no entienden de inmediato el mensaje. Sin embargo, esa confusión forma parte del impacto buscado: que se pregunten por qué están siendo mojados en plena Rambla.
Medios internacionales como AP News han destacado cómo este símbolo se replica en otros lugares como Palma de Mallorca, e incluso ha comenzado a inspirar protestas similares en otras ciudades saturadas por el turismo. La pistola de agua en Barcelona ha pasado de juguete a símbolo de resistencia.
El fondo del conflicto: vivir o sobrevivir
Más allá de lo anecdótico, lo que está en juego es el derecho a vivir dignamente en la propia ciudad. De acuerdo con un reportaje de Público, el turismo ha contribuido a encarecer drásticamente el mercado de alquiler. En algunos barrios, los precios se han duplicado en apenas cinco años.
A eso se suman los apartamentos turísticos ilegales, el ruido constante, la pérdida de comercio local y la sensación de que todo se ha vuelto un decorado para visitantes. Los vecinos lo resumen con una frase: “Nos están expulsando”.
Por eso, las pistolas de agua en Barcelona no son solo una anécdota veraniega. Son la gota —literal— que colma el vaso.
¿Cómo reaccionó la ciudad?
A pesar del carácter llamativo de la protesta, no hubo detenciones ni incidentes graves. Las autoridades mantuvieron distancia y, hasta el momento, no se ha criminalizado la acción. Esto ha permitido que el mensaje se difunda sin interferencias, aunque también ha generado debate sobre sus límites.
Mientras algunos turistas lo tomaron como un gesto divertido o anecdótico, otros se sintieron atacados o desplazados. Las redes sociales se llenaron de videos, reacciones y debates encendidos sobre si estas acciones son justificadas o no.
Lo cierto es que las pistolas de agua en Barcelona han puesto el foco donde más duele: en el modelo de ciudad que se quiere construir.
Un gesto simbólico que también genera rechazo
Aunque las pistolas de agua en Barcelona han sido defendidas por sus organizadores como una forma lúdica y pacífica de protesta, no todos comparten esta mirada. Desde el sector turístico y algunos sectores políticos, las acciones han sido calificadas como un “ataque” a la imagen internacional de la ciudad.
El Gremio de Hoteles de Barcelona manifestó su “rechazo total” a estas intervenciones, afirmando que generan un impacto negativo en el turismo, principal motor económico local. Domènec Biosca, especialista en el área, lo resumió así: “es como si se dispararan en el pie”.
En la misma línea, representantes de PP y Vox han acusado al gobierno municipal de permitir lo que califican como “turismofobia”. Algunos dirigentes han pedido que se investiguen estas acciones e incluso que se sancione a los involucrados por “arruinar la convivencia ciudadana”.
Desde fuera de España, medios británicos como The Express recogieron testimonios de turistas que hablaron de “ataques con agua”, en referencia a un episodio ocurrido en abril contra un autobús turístico. El titular, tan hiperbólico como viral, fue “Barcelona declares war on tourists”.
También Airbnb, señalada por los activistas como uno de los responsables de la crisis habitacional, respondió públicamente: “Nos están convirtiendo en chivo expiatorio. El verdadero problema son las políticas públicas de vivienda, no nuestros anfitriones”.
Así, mientras el agua moja y el debate se enciende, las pistolas de agua en Barcelona siguen dividiendo opiniones: entre quienes las ven como símbolo de resistencia y quienes las consideran una amenaza al motor turístico de la ciudad.
Cuando mojar también es resistir
A veces, el acto más simple puede contener una verdad incómoda. Mojar a alguien con una pistola de agua no duele… pero puede sacudir conciencias. Barcelona, con su historia de activismo creativo y su profundo amor por los barrios, ha encontrado en este gesto una forma nueva de decir basta.
En medio del calor del verano, las pistolas de agua en Barcelona no refrescan: incomodan, interpelan y abren el debate sobre qué tipo de ciudad queremos habitar.
Referencias
Cómo la pistola de agua se ha convertido en un símbolo para los barceloneses
Euronews
AP News
Público
Críticas del sector hotelero y partidos a las protestas simbólicas con pistolas de agua