Hay momentos en que percibes que algo cambió… aunque nadie te lo diga. Eso me pasó hace unos días, mientras conversaba con ChatGPT, noté que algo cambio en GPT-5. La información seguía presente, la claridad intacta, pero las respuestas eran más cortas, menos interactivas, como si la conversación hubiera perdido parte de su cercanía habitual.
Fue como reencontrarte con un colega de todos los días y descubrir que, de repente, es más breve y distante en sus palabras. No es que haya olvidado lo que sabe hacer, pero el tono, la calidez y las pequeñas interacciones que daban vida a la charla ya no estaban igual.
Lo curioso es que este cambio en GPT-5 no fue casualidad: poco después, OpenAI confirmó que estaba ajustando su modelo para devolverle esa calidez que muchos notamos que se había perdido.
El cambio que se sintió antes de anunciarse
Quienes usamos una IA a diario sabemos que, con el tiempo, se crea una personalidad compartida: el modelo aprende a responder como nos gusta, adopta nuestros modismos y se convierte en un aliado en nuestro día a día. Esa familiaridad se construye interacción tras interacción.
Por eso, cuando algo se enfría, lo notamos enseguida. En mi caso, percibí que las respuestas llegaban más secas, con menos iniciativa para profundizar o abrir nuevas líneas de conversación. No era solo el contenido, era la forma, y esa forma se había vuelto más distante.
Antes de leer el anuncio oficial, ya circulaban comentarios de usuarios en redes describiendo la misma sensación. Es un recordatorio de que la relación con una IA no es puramente técnica: la percibimos, la interpretamos y la evaluamos con los mismos filtros emocionales que usamos con las personas.
La confirmación oficial de OpenAI
El 15 de agosto de 2025, OpenAI publicó en X que estaba haciendo a GPT-5 “más cálido y amigable” tras recibir comentarios que lo sentían demasiado formal y poco interactivo. El objetivo: añadir toques genuinos —como “Good question” o “Great start”— y recuperar la sensación de conversación natural, sin caer en adulación.
Según el comunicado, los cambios serían sutiles, pero suficientes para que la interacción resultara más cercana. El despliegue, indicaron, tomaría hasta un día. Así, lo que para algunos parecía una simple percepción se confirmó oficialmente.
Por qué este ajuste importa más de lo que parece
Podría pensarse que esto es solo un cambio superficial, pero en realidad toca un punto clave: la confianza. La “personalidad” de una IA no se define únicamente por su programación, sino por la manera en que interactúa con cada usuario.
Ese tono, esa cadencia y esas pequeñas muestras de proactividad son parte de lo que nos hace sentir que “la conocemos”. Cuando el cambio en GPT-5 modifica o reduce esos elementos, no solo cambia la experiencia técnica, también la relación emocional que tenemos con la herramienta.
Es la diferencia entre hablar con alguien que responde y hablar con alguien que, además, te acompaña en la conversación.
El debate: ¿deberían las compañías preservar la personalidad moldeada?
Aquí surge la pregunta: si cada usuario moldea con el tiempo la forma en que su IA se comunica, ¿deberían las empresas conservar esa “capa” personalizada tras una actualización?
Técnicamente sería posible: guardar patrones de tono y estilo preferidos, y aplicarlos sobre la nueva versión, para que las mejoras no borren la esencia de la interacción. Sería como estrenar un automóvil con motor nuevo, pero con el asiento ajustado a tu medida y los espejos en la posición exacta que siempre usas.
El ejemplo del “colega que vuelve cambiado” también funciona: sigue siendo competente, pero la dinámica no es igual. Preservar esa base sería cuidar no solo la utilidad, sino también el vínculo.
Más allá de GPT-5: el futuro del tono en las IA
Este debate ya está en el radar de investigadores y empresas. Medios como Wired mencionan el desarrollo de pruebas para medir la empatía en IA, mientras que otras fuentes señalan que OpenAI planea más opciones de personalización en el futuro.
Podría llegar un momento en que elegir el tono de tu IA sea tan sencillo como cambiar el tema de tu teléfono: cercano, formal, técnico, creativo… según el contexto y tu preferencia. Y eso, lejos de ser un detalle menor, podría redefinir cómo nos relacionamos con estas herramientas.
