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Samsung presenta Odyssey G7 con pantallas gigantes y 3D sin gafas

Un gamer sonríe mientras juega en un monitor Samsung Odyssey G7 con 3D sin gafas, donde un personaje de videojuego parece salir de la pantalla hacia él.

Samsung presenta los Odyssey G7, monitores de gran formato con 3D sin gafas y alianzas gamer que prometen una experiencia más inmersiva.

La experiencia de juego da un nuevo salto con la llegada del Samsung Odyssey G7 con 3D sin gafas. En un mercado donde los monitores ya no solo deben ofrecer resolución y velocidad, sino también inmersión total, la compañía surcoreana se atreve a cruzar un umbral que por años parecía inalcanzable: vivir mundos en tres dimensiones sin necesidad de accesorios adicionales.

Con tamaños de 37 y 40 pulgadas, esta nueva línea no solo apuesta por el gran formato, sino que además se acompaña de la tecnología Odyssey 3D, pensada para envolver al jugador en escenarios que parecen extenderse más allá de la pantalla. Una propuesta que busca transformar la forma en que se perciben los videojuegos y consolidar a Samsung como líder en innovación.

La nueva generación Odyssey G7: pantallas gigantes para gamers

Los nuevos Odyssey G7 llegan en dos versiones que marcan diferencia: un modelo de 37 pulgadas en resolución 4K UHD y otro de 40 pulgadas con formato ultra panorámico WUHD, ideal para quienes buscan amplitud visual sin perder calidad.

Ambos incluyen características diseñadas para el juego competitivo y el entretenimiento: HDR10+ Gaming, AMD FreeSync Premium Pro para reducir retrasos y cortes de imagen, así como funciones multitarea como Picture-by-Picture y Picture-in-Picture, que permiten dividir la pantalla sin perder fluidez.

La experiencia se completa con CoreSync, que adapta la iluminación ambiental al contenido, y un diseño ergonómico que ofrece ajuste de altura, inclinación y giro. En suma, monitores que no solo muestran gráficos, sino que buscan hacer que cada partida se viva como un espectáculo.

Durante su debut, Samsung eligió títulos populares como Genshin Impact para mostrar el rendimiento de los Odyssey G7, permitiendo a los asistentes experimentar cómo los mundos abiertos del juego se expanden en estas pantallas gigantes.

Más allá del hardware: el salto al 3D sin gafas

El verdadero diferencial está en la apuesta por el 3D sin gafas. Samsung integra en su ecosistema la tecnología Odyssey 3D, que utiliza cámaras de seguimiento ocular y algoritmos de mapeo de visión para proyectar imágenes independientes a cada ojo. El resultado: profundidad real sin necesidad de gafas ni dispositivos externos.

Lo que antes generaba incomodidad —mareos, distorsiones o pérdida de calidad— ahora se convierte en una experiencia fluida gracias a la reducción del crosstalk y al uso de lentes lenticulares que optimizan la luz. Con ello, escenas de acción o paisajes abiertos adquieren una dimensión que va más allá de la pantalla, acercando al jugador a la promesa de una inmersión total.

Esta tecnología no se limita solo al juego; también permite transformar fotos y videos en 2D hacia formatos tridimensionales, ampliando el rango de posibilidades de uso y llevando el monitor más allá del gaming.

Alianzas estratégicas con estudios de videojuegos

Para demostrar el potencial del Samsung Odyssey G7 con 3D sin gafas, la compañía se ha aliado con desarrolladores y estudios de renombre. Títulos como Stellar BladeMONGIL: STAR DIVE y The First Berserker: Khazan se han optimizado especialmente para esta nueva dimensión visual.

A esta lista se suma Genshin Impact, que sirvió como vitrina para mostrar la capacidad gráfica y de inmersión de los Odyssey G7 en su debut, reforzando así la conexión entre hardware de última generación y franquicias de gran popularidad.

Los efectos de partículas, las cinemáticas y los detalles de escenarios cobran vida al ajustar la profundidad 3D de manera precisa en cada escena. Así, combates, entornos y transiciones no solo se ven, sino que se sienten más cercanos, casi como si el jugador pudiera atravesar la pantalla.

Además, la plataforma Odyssey 3D Hub sigue ampliando su catálogo, con más de 25 juegos compatibles actualmente y la meta de superar los 50 antes de que finalice el año. Una señal de que el ecosistema no es un experimento aislado, sino una apuesta sólida de Samsung y sus socios por el futuro del gaming.

Un ecosistema en expansión que apunta al futuro del gaming

La estrategia no se limita a la serie G7. Samsung también impulsa sus monitores OLED de alto rendimiento, como el Odyssey G6 con 500 Hz de refresco y el G8 en 4K a 240 Hz, utilizados por estudios como Blizzard y Pearl Abyss para exhibir sus próximos lanzamientos.

Con esta combinación de pantallas gigantes, 3D sin gafas y alianzas globales, Samsung busca redefinir el estándar de lo que significa jugar. Ya no se trata solo de velocidad o nitidez, sino de experiencias que envuelven, que convierten cada partida en una vivencia inmersiva.

El Samsung Odyssey G7 con 3D sin gafas se perfila así como un paso decisivo hacia un futuro donde la frontera entre jugador y pantalla se difumina cada vez más.

Una nueva era para la inmersión en videojuegos

Con esta propuesta, Samsung no solo lanza un producto, sino que intenta abrir un nuevo capítulo en la forma de disfrutar los videojuegos. El Samsung Odyssey G7 con 3D sin gafas simboliza una apuesta ambiciosa por derribar la barrera entre lo real y lo virtual.

La gran pregunta es si esta vez el 3D logrará quedarse en la industria del gaming. Por lo pronto, cada partida en un Odyssey G7 deja la sensación de estar viviendo un futuro que hasta hace poco parecía imposible.

Referencias

Anuncio oficial del debut global de los monitores Odyssey G7 de 37” y 40”, junto con la expansión del ecosistema Odyssey 3D sin gafas y nuevas alianzas con estudios de videojuegos.

Samsung Newsroom

Ingenieros de Samsung explican cómo funciona la tecnología Odyssey 3D: seguimiento ocular, view mapping, lentes lenticulares y reducción de crosstalk para lograr una experiencia inmersiva sin gafas.

Samsung Newsroom

Robinson G.

Escritor entusiasta. Me gusta explorar temas curiosos y dudas existenciales. Todo empezó con aquellos “Datos curiosos de Google”.