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Tinto campesino y tinto montañero: dos formas de preparar café rural

Manos campesinas vertiendo café con colador de tela en una taza, junto a panela, canela y granos de café sobre mesa rústica — diferencia entre tinto campesino y tinto montañero

Conoce cómo se prepara el tinto campesino y el montañero, dos formas distintas de vivir el café en Colombia y su riqueza cultural.

En Colombia, pedir un “tinto” no siempre significa lo mismo. En el corazón del país, el café se transforma en una experiencia cultural que va mucho más allá de un simple sorbo. La diferencia entre tinto campesino y tinto montañero revela dos maneras de vivir y preparar el café, ambas cargadas de historia y tradición.

Aunque los dos se preparan con café y panela, el secreto está en cómo se mezclan y en los pequeños detalles que marcan su sabor. Cada uno cuenta una historia distinta: el primero refleja la sencillez del campo central colombiano, mientras que el segundo encarna la fuerza y el carácter de las montañas antioqueñas.

Conocer estas variantes es adentrarse en un legado que aún hoy sigue vivo en las cocinas rurales y que mantiene su encanto en las ciudades.

El origen del tinto campesino

El tinto campesino es una bebida profundamente enraizada en la zona central de Colombia. Es el café que acompaña a los campesinos desde temprano en la mañana, antes de comenzar sus labores, y que también se comparte en reuniones familiares o durante las pausas de la jornada.

Su preparación tiene un detalle clave: el agua, el café molido y la panela se calientan juntos, pero sin dejar que hiervan. Después de alcanzar el punto justo, la mezcla se filtra directamente en la taza, lo que da como resultado un café suave, dulce y muy aromático.

Una taza de peltre blanca con borde azul servida con café oscuro y acompañada de pedacitos de panela semi molida y granos de café sobre mesa de madera — diferencia entre tinto campesino y tinto montañero
Tinto campesino

Este método distingue al tinto campesino de otros cafés endulzados con panela, porque no basta con preparar un café filtrado y agregarle el endulzante. Lo esencial es la cocción conjunta, que le otorga un sabor más homogéneo y auténtico, tal como se hace en el campo.

El secreto del tinto montañero

En Antioquia y en el Eje Cafetero, el tinto montañero es protagonista. Aunque también se basa en la mezcla de café y panela, su preparación sigue otro camino. Aquí, el agua y la panela sí se dejan hervir. Luego, con el fuego apagado, se agrega el café molido y se mezcla antes de filtrar en la taza.

El gran diferenciador del tinto montañero está en sus especias: canela y, en algunos casos, clavos de olor, que le aportan un aroma intenso y un sabor más profundo. El resultado es una bebida con carácter, pensada para brindar energía y acompañar los días de trabajo en las montañas.

Una taza de loza decorada con flores servida con café espumoso y un palito de canela flotando, acompañada de clavos de olor, panela y granos de café sobre mesa de madera — diferencia entre tinto campesino y tinto montañero
Tinto montañero

Esa combinación de fuerza y dulzura refleja la identidad montañera: un café robusto, festivo y cargado de tradición.

Más allá del sabor: identidad y tradición

Comparar el campesino con el montañero es comprender cómo el café se adapta a la cultura de cada región. El primero es más ligero y sencillo, ideal para consumir varias veces al día. El segundo es más fuerte y especiado, pensado para quienes buscan un golpe de sabor y calor en las mañanas frías de montaña.

La diferencia entre tinto campesino y tinto montañero va más allá de la receta: representa visiones distintas de la vida rural colombiana. En cada preparación se guarda un ritual transmitido de generación en generación, donde la técnica y el entorno son tan importantes como el grano mismo.

Así, cada taza se convierte en un testimonio de identidad regional y de la diversidad cultural que caracteriza al país.

El tinto en la vida diaria

En muchos hogares colombianos, el tinto campesino sigue siendo la bebida de todos los días: en la mañana, a media tarde o después de las comidas. En cambio, el tinto montañero suele reservarse para momentos más especiales, o para quienes buscan un sabor más fuerte y especiado.

Con la vida urbana, han surgido adaptaciones que intentan replicar estas tradiciones en cafeteras modernas, aunque los conocedores aseguran que el sabor auténtico solo se alcanza siguiendo las técnicas originales.

Lo cierto es que tanto el campesino como el montañero conservan su vigencia porque más que una bebida son un símbolo cultural, un recordatorio del campo y de sus costumbres en medio del ajetreo contemporáneo.

Un legado en cada taza

Al final, la diferencia entre tinto campesino y tinto montañero no solo se mide en el sabor. Cada uno lleva consigo una historia, un paisaje y una manera de vivir el café en Colombia.

El campesino nos habla de sencillez y cotidianidad, mientras que el montañero evoca la fuerza de las montañas y el aroma de las especias. Ambos, sin embargo, son testimonio de un mismo legado: el amor del pueblo colombiano por el café y la capacidad de darle identidad a cada sorbo.

La próxima vez que escuches hablar de tinto, recuerda que detrás de esa palabra se esconden dos mundos distintos que merecen ser probados.

Robinson G.

Escritor entusiasta. Me gusta explorar temas curiosos y dudas existenciales. Todo empezó con aquellos “Datos curiosos de Google”.