La erupción del volcán Sakurajima en Japón volvió a irrumpir en la madrugada japonesa con una fuerza que recordó por qué este volcán es uno de los más vigilados del país. Las autoridades meteorológicas reportaron múltiples explosiones consecutivas, algunas con columnas de ceniza que alcanzaron hasta 4.400 metros sobre el borde del cráter, un escenario que alteró el funcionamiento aéreo y la vida cotidiana de miles de personas.
Desde el primer estallido registrado a las 00:57 del 16 de noviembre, las cámaras de monitoreo captaron un incremento sostenido en la intensidad de la erupción del volcán Sakurajima en Japón. A medida que la ceniza comenzó a desplazarse hacia zonas pobladas, el aeropuerto de Kagoshima se vio obligado a cancelar decenas de vuelos, generando complicaciones para viajeros y residentes.
La combinación de explosiones, dispersión de ceniza y advertencias técnicas marcó una jornada de tensión para la prefectura. Aunque el fenómeno es recurrente en la región, la magnitud de las explosiones y su impacto en la movilidad aérea llamaron la atención de la comunidad científica y de los medios locales.
Una madrugada marcada por fuertes explosiones
Entre el 14 y el 17 de noviembre, el Observatorio Meteorológico de Japón registró nueve erupciones en el cráter Minamidake, cinco de ellas clasificadas como explosiones. Según el informe técnico del JMA, rocas volcánicas expulsadas por estas explosiones llegaron hasta 1.400 metros desde el cráter, describiendo trayectorias balísticas.
A las 00:57 del día 16, una de las explosiones más potentes elevó una columna de ceniza hasta 4.400 metros sobre el borde del cráter. Dos horas más tarde, otra erupción alcanzó los 3.700 metros, mientras que una posterior, registrada a las 08:50, levantó material hasta 2.500 metros. Durante la noche, las cámaras de alta sensibilidad captaron un fuego intenso en el cráter, lo que confirmó la continuidad del proceso eruptivo.
Estas observaciones coinciden con una fase prolongada de acumulación de magma bajo la caldera de Aira, fenómeno detectado mediante mediciones GNSS y considerado por las autoridades como un indicador de actividad volcánica sostenida.
Impacto inmediato: vuelos cancelados y movilidad reducida
Mientras las explosiones continuaban, la ceniza comenzó a desplazarse hacia zonas urbanas. De acuerdo con Kagoshima TV (FNN), la acumulación de ceniza obligó al aeropuerto de Kagoshima a cancelar 42 vuelos hasta las 15:00 del día 16.
El video difundido por FNN muestra la intensidad de las columnas eruptivas y reporta que la erupción del volcán Sakurajima en Japón no solo afectó la visibilidad aérea, sino que también generó demoras operativas y modificaciones en rutas locales. Para muchos habitantes, el amanecer llegó acompañado de una capa gris que cubría vehículos, viviendas y calles, un recordatorio de la magnitud del fenómeno.
Ante este escenario, las autoridades recomendaron evitar desplazamientos innecesarios en zonas de caída de ceniza y mantener medidas preventivas para proteger vías respiratorias y ventanas ante posibles ondas de choque.
Alertas vigentes y riesgos asociados
El JMA mantiene el nivel de alerta en 3, lo que implica restricciones de acceso en un radio aproximado de 2 kilómetros alrededor de los cráteres Minamidake y Showa. Según el comunicado, existe riesgo de:
- Proyección de rocas volcánicas de gran tamaño.
- Pequeños flujos piroclásticos.
- Caída de ceniza y fragmentos menores arrastrados por el viento.
- Ondas de choque capaces de dañar ventanas.
- Posibles deslizamientos o flujos de lodo en caso de lluvias posteriores.
Estas advertencias subrayan la importancia de mantenerse informado en tiempo real, ya que la erupción del volcán Sakurajima en Japón podría continuar en los próximos días.
Un volcán que no da tregua
Lo ocurrido este 16 de noviembre confirma una vez más que Sakurajima sigue siendo uno de los volcanes más activos del mundo. Aunque las comunidades cercanas están habituadas a sus ciclos eruptivos, cada episodio de esta magnitud reconfigura temporalmente la vida diaria, desde el transporte hasta las rutinas básicas.
La erupción del volcán Sakurajima en Japón es monitoreada de forma permanente, y los expertos no descartan que la acumulación de magma bajo la caldera de Aira pueda sostener esta fase activa. Por ahora, el llamado de las autoridades es a la precaución, sin descartar nuevas interrupciones en la movilidad aérea.
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