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Los nuevos Nobel de Química crean materiales que “piensan” y respiran

Bob Esponja, personaje animado amarillo con forma de esponja marina, aparece sorprendido y levantando una mano en un colorido escenario submarino, usado de forma simbólica para ilustrar el concepto de materiales que “piensan” y respiran del Nobel de Química 2025

Los ganadores del Nobel de Química 2025 crearon materiales que “piensan” y respiran, capaces de atrapar gases y generar agua del aire.

El Nobel de Química 2025 premió una idea que parece sacada de la ciencia ficción: crear materiales con habitaciones invisibles donde la materia puede respirar. Los científicos Susumu KitagawaRichard Robson y Omar M. Yaghi fueron reconocidos por desarrollar los llamados marcos metal-orgánicos (metal–organic frameworks, o MOF), una arquitectura molecular con el poder de transformar gases, líquidos y energía dentro de espacios del tamaño de un átomo.

En términos sencillos, los MOF funcionan como esponjas diminutas capaces de atrapar y liberar moléculas a voluntad. Gracias a ellos, hoy es posible capturar dióxido de carbonoalmacenar hidrógenofiltrar agua contaminada o incluso obtener agua del aire del desierto. Son estructuras diseñadas átomo por átomo, que combinan metales y compuestos de carbono para resolver algunos de los mayores desafíos ambientales del planeta.

El hallazgo, que comenzó en los laboratorios de Australia, Japón y Estados Unidos hace más de tres décadas, cambió la forma en que entendemos los sólidos. Lo que antes era una superficie rígida, hoy puede ser un laberinto dinámico y flexible a escala molecular. El Nobel de Química 2025 celebra, en esencia, una nueva forma de construir la materia y de imaginar el futuro.

Cómo estos descubrimientos impactan al día a día

Aunque los marcos metal-orgánicos (MOF) suenen a un invento de laboratorio, ya están apareciendo de forma silenciosa en tecnologías que podrían cambiar la vida cotidiana.

  • Aire más limpio: Los MOF pueden atrapar dióxido de carbono (CO₂) directamente del aire o de las emisiones industriales, ayudando a frenar el calentamiento global.
  • Agua del aire: En zonas áridas, algunos MOF son capaces de extraer agua de la humedad ambiental, creando sistemas portátiles que producen agua potable con energía solar.
  • Energía y baterías: Estos materiales también se investigan para almacenar hidrógeno o mejorar la seguridad de las baterías.
  • Medicina inteligente: Ciertos MOF pueden transportar medicamentos y liberarlos solo cuando llegan al lugar exacto del cuerpo.
  • Purificación del agua: Ya se usan para eliminar contaminantes como los PFAS, conocidos como los “químicos eternos”.

En resumen, los científicos premiados no solo descubrieron un nuevo material: inventaron una herramienta molecular para diseñar soluciones a medida frente a los grandes desafíos del siglo XXI.

Los arquitectos de la materia porosa

Todo comenzó en 1989, cuando Richard Robson logró unir átomos metálicos y moléculas orgánicas para formar un cristal con espacios internos, como una especie de diamante hueco. Su estructura era tan frágil que se derrumbaba con facilidad, pero había abierto una puerta que nadie creía posible.

Pocos años después, Susumu Kitagawa demostró que esos materiales podían “respirar”: dejaban entrar y salir gases sin perder su forma. Por su parte, Omar M. Yaghi logró hacerlos estables y modificables, creando las primeras versiones modernas de los MOF. Desde entonces, se han desarrollado miles de variantes con aplicaciones que van desde el almacenamiento de energía hasta la captura de contaminantes.

Los tres galardonados del Nobel de Química 2025 no solo construyeron nuevas estructuras, sino una nueva forma de entender la materia: un universo microscópico donde las moléculas tienen habitaciones, puertas y pasillos.

Un premio con mirada al futuro

Los MOF se consideran hoy uno de los materiales más prometedores para enfrentar la crisis climática. Su capacidad de capturar gases de efecto invernadero o almacenar energía limpia podría transformar industrias enteras en las próximas décadas.

La Real Academia Sueca de Ciencias destacó que los marcos metal-orgánicos representan un nuevo paradigma: materiales que “piensan” porque reaccionan, se adaptan y responden al entorno. Son, en cierto modo, el primer paso hacia una materia viva.

El Nobel de Química 2025 no solo reconoce tres trayectorias brillantes, sino también una idea que redefine la frontera entre la ciencia y la naturaleza: construir materiales capaces de ayudar a sanar el planeta.

Robinson G.

Escritor entusiasta. Me gusta explorar temas curiosos y dudas existenciales. Todo empezó con aquellos “Datos curiosos de Google”.