La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) abrió una investigación administrativa contra los principales operadores móviles del país —Tigo, Claro, Movistar y WOM— por presuntas deficiencias en la reposición de SIM Cards. Según la entidad, estas irregularidades habrían facilitado una modalidad de fraude conocida como SIM Swapping, que permite a los ciberdelincuentes acceder a información personal y bancaria de los usuarios.
El anuncio fue realizado por la SIC a través de sus canales oficiales el 14 de octubre de 2025, donde advirtió que las multas podrían alcanzar hasta 15.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMLMV) por operador. La entidad busca establecer si las empresas implementaron los controles necesarios para garantizar la autenticidad de las solicitudes de reposición de tarjetas SIM.
Un antecedente que marcó el camino
Esta nueva acción surge luego de que la misma Superintendencia, mediante la Resolución 64931 del 29 de agosto de 2025, iniciara una investigación contra Colombia Móvil (Tigo) por hechos similares. En ese documento, la Dirección de Investigaciones de Protección de Usuarios de Servicios de Comunicaciones documentó 47 denuncias de usuarios que afirmaron haber sido víctimas de suplantación tras reposiciones de SIM no autorizadas.
Entre los casos relatados se registraron fraudes bancarios por montos de hasta 23 millones de pesos, en los que terceros habrían logrado acceder a las cuentas de las víctimas luego de obtener un duplicado de su SIM Card. La investigación concluyó que Tigo no habría aplicado de forma consistente los mecanismos de validación de identidad exigidos por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), lo que llevó a la SIC a ampliar su vigilancia al resto de operadores.
¿Qué es el SIM Swapping? un fraude que pone en riesgo a millones de usuarios
De acuerdo con un informe publicado por Cambio Colombia, el SIM Swapping consiste en la duplicación de la tarjeta SIM de un teléfono móvil, permitiendo a los delincuentes interceptar los códigos de seguridad enviados por bancos y plataformas digitales. “Primero, el ciberdelincuente suplanta la identidad de la víctima para conseguir el duplicado. Después, una vez que el usuario se queda sin señal, accede a su información personal y toma el control de su banca digital”, explicó el banco BBVA citado por el medio.
Esta práctica se ha convertido en una de las modalidades de estafa más frecuentes en el país. Los delincuentes obtienen datos personales mediante SMS, correos falsos o llamadas, y luego contactan a las operadoras para solicitar el cambio de chip haciéndose pasar por los titulares de la línea. En cuestión de minutos, la víctima queda incomunicada mientras los atacantes acceden a sus cuentas y realizan transferencias.
Lo que está en juego para los operadores
La legislación vigente, en especial la Ley 1341 de 2009 y la Resolución CRC 5050 de 2016, obliga a los operadores de telecomunicaciones a implementar mecanismos confiables de verificación de identidad y a realizar controles periódicos para prevenir fraudes. Si se demuestra que incumplieron estas disposiciones, la SIC podría imponer sanciones económicas ejemplares.
Además, el organismo informó que los hallazgos relacionados con posibles delitos de suplantación serán remitidos a la Fiscalía General de la Nación, abriendo la puerta a eventuales responsabilidades penales. Mientras tanto, los operadores tendrán un plazo de 15 días para presentar sus descargos y aportar pruebas que demuestren la eficacia de sus protocolos de seguridad.
Un llamado a reforzar la seguridad digital
El caso ha reavivado el debate sobre la responsabilidad compartida entre empresas de telecomunicaciones y entidades financieras frente al creciente número de fraudes digitales. Expertos advierten que el aumento de ataques tipo SIM Swapping evidencia las vulnerabilidades en los sistemas de autenticación y la necesidad de revisar los procedimientos de validación biométrica.
La SIC reiteró que su objetivo es garantizar que los operadores cumplan con los estándares exigidos por la regulación y protejan los derechos de los usuarios. Mientras avanza la investigación, el mensaje es claro: el SIM Swapping no solo compromete la confianza del usuario, sino que pone en riesgo todo el ecosistema digital del país.