La búsqueda de Natalia Nagovitsyna, la alpinista rusa atrapada en el Pico Pobeda con la pierna rota, fue suspendida tras repetidos intentos fallidos en condiciones extremas. A más de 7.000 metros de altura, en una de las montañas más letales de Asia Central, la deportista de 47 años permanece desaparecida mientras crece el debate entre la esperanza y la resignación.
Su caso ha capturado la atención internacional no solo por la dureza del rescate, sino también por la tragedia personal que arrastra: hace cuatro años perdió a su esposo en otra cima del Tien Shan. Ahora, la historia parece repetirse en la montaña más alta de Kirguistán.
El accidente ocurrió el 12 de agosto, cuando Nagovitsyna descendía la cima del Pico Pobeda junto a sus compañeros Roman Rykov, el italiano Luca Sinigaglia y el alemán Gunther Siegmund. Tras sufrir la fractura, fue atendida de urgencia y dejada en una tienda con un saco de dormir y mínimas provisiones, mientras sus colegas buscaban ayuda. Sin embargo, las operaciones de rescate se han visto frustradas una y otra vez.
El drama en la montaña
El Pico Pobeda, con 7.439 metros de altura, es la cima más alta de Kirguistán y una de las montañas más letales del mundo. Conocida como parte de las “montañas celestiales” del Tien Shan, su historial es trágico: más de 80 alpinistas han perdido la vida allí y los expertos afirman que nadie ha sido evacuado con vida desde sus alturas extremas.
La situación de Nagovitsyna recuerda la tragedia que ya había marcado su vida. En 2021, perdió a su esposo, Serguéi, durante una expedición en el vecino Khan Tengri, también en Kirguistán, a más de 6.400 metros de altitud. Su cuerpo nunca fue recuperado. Ahora, la historia parece repetirse de forma cruel en la misma cordillera.
Intentos de rescate fallidos
El 16 de agosto, un helicóptero Mi-8 del Ministerio de Defensa de Kirguistán intentó llegar hasta la zona, pero las turbulencias obligaron a un aterrizaje forzoso que dejó heridos a los tripulantes. Desde entonces, los esfuerzos aéreos y terrestres se han visto interrumpidos por tormentas de nieve, vientos huracanados y temperaturas que descienden hasta los -30 °C.

Un equipo de rescate alcanzó los 6.100 metros antes de verse obligado a regresar, y los drones desplegados en la zona han tenido resultados ambiguos. En uno de esos sobrevuelos, realizado el 16 de agosto, la propia Nagovitsyna fue vista moviendo la mano, lo que dio esperanzas a su familia y a la comunidad montañista. Su hijo, Mijaíl, ha exigido reanudar las operaciones, convencido de que su madre sigue con vida.
Testimonios y dudas
La Federación Rusa de Montañismo mantiene una posición prudente. Su vicepresidente, Alexánder Piatnitsyn, ha recalcado que sin confirmación médica no se puede declarar muerta a la alpinista. Sin embargo, otros expertos son pesimistas. Alexander Yakovenko, presidente de la Comisión de Montañismo Clásico, declaró que “nadie es evacuado de allí” y que si ella sobrevive, sería “un milagro, incluso dos”.
Mientras tanto, el cuerpo de Luca Sinigaglia permanece en la montaña, víctima de un edema cerebral y del congelamiento, lo que añade un trágico componente al drama del equipo. Los otros dos alpinistas lograron ser evacuados con vida.
El papel de los drones en rescates extremos
La alpinista rusa atrapada en el Pico Pobeda ha puesto de relieve el papel de los drones en operaciones de rescate en entornos imposibles. Un estudio internacional elaborado por DJI y la European Emergency Number Association (EENA) en 2018 mostró que los drones pueden reducir en promedio más de tres minutos el tiempo necesario para localizar a una persona en comparación con los equipos tradicionales. La investigación se basó en 50 ensayos en Irlanda y Gales y demostró el valor de estas tecnologías para acelerar la localización en emergencias.
Sin embargo, el mismo informe subrayó que los equipos con drones tuvieron una tasa de éxito menor que los de búsqueda convencional debido a la falta de protocolos claros y entrenamiento estandarizado para pilotos y rescatistas. Por ello, aunque los sobrevuelos en el Pico Pobeda lograron captar a Nagovitsyna moviendo la mano, la ausencia de condiciones climáticas favorables y de una estrategia bien estructurada impidieron que este recurso marcara la diferencia. En este escenario, los drones aportaron esperanza, pero no soluciones definitivas.
El implacable Pico Pobeda
La alpinista rusa atrapada en el Pico Pobeda enfrenta una de las montañas más duras del planeta. Con su altura extrema, glaciares de más de 70 kilómetros y un clima cambiante, el Pobeda es considerado el siete mil más septentrional del mundo. Es parte de las cinco cumbres necesarias para obtener el título de “Leopardo de las Nieves”, la máxima distinción del alpinismo soviético.
Su belleza esconde un terreno despiadado: rutas técnicas, avalanchas frecuentes y un clima impredecible que convierte cualquier expedición en un desafío de supervivencia. El nombre de la montaña, “Victoria”, recuerda la gloria soviética, pero su reputación es la de una cima que no perdona.
¿Esperanza o despedida?
El caso de Natalia Nagovitsyna mantiene en vilo a su familia y a la comunidad alpinista internacional. Aunque los rescatistas kirguises consideran que ya no hay posibilidades de alcanzarla este año, su hijo insiste en que no se debe abandonar la búsqueda. El video en el que se la ve moviendo la mano sigue siendo su principal argumento.
La alpinista rusa atrapada en el Pico Pobeda ya forma parte de la historia trágica de estas montañas celestiales. Si logra sobrevivir, será uno de los mayores milagros del alpinismo moderno; si no, quedará en la memoria como la mujer que desafió hasta el final a la montaña más temida de Asia Central.




