El SMACC Spotlight Report 2024 revela la magnitud de los falsos rescates de animales en redes sociales, una práctica que aparenta heroicidad pero que esconde crueldad y explotación. El informe advierte que detrás de miles de videos virales se esconde un patrón de abuso animal con graves consecuencias físicas y psicológicas.
Durante solo tres meses de monitoreo, se identificaron más de 1.000 enlaces de falsos rescates, con 605 investigados directamente por la Social Media Animal Cruelty Coalition (SMACC). Estos contenidos fueron vistos más de 572 millones de veces, principalmente en Facebook, TikTok y YouTube.
La magnitud del problema
Los falsos rescates de animales en redes sociales no son casos aislados. Según SMACC, el 47,7% del contenido se encontró en Facebook, seguido por TikTok y YouTube. Entre los animales más afectados se encuentran gatos (42%), primates (28%) y perros (20%).
El informe señala que estos videos no solo engañan a los usuarios, sino que alimentan un mercado lucrativo para creadores que buscan monetización y donaciones. Al menos el 21% de los videos pedía apoyo económico directamente.
Cómo operan los falsos rescates
Las escenas suelen mostrar animales aparentemente abandonados, atrapados o atacados por otros. Muchos muestran señales de manipulación: desde gatos sedados para simular agonía hasta cachorros atascados en objetos imposibles. En algunos casos, los mismos animales aparecen en múltiples videos, evidenciando el montaje.
Veterinarios consultados por SMACC confirmaron la presencia de técnicas peligrosas: administración de medicamentos sin control, procedimientos médicos falsificados e incluso la exposición de animales a depredadores en escenarios artificiales.
El impacto en los animales y la sociedad
El estrés extremo, las lesiones y el riesgo de muerte son consecuencias frecuentes de estos montajes. Incluso cuando el animal “es rescatado” al final, el daño físico y psicológico ya está hecho. El informe advierte que estas prácticas pueden generar traumas similares al estrés postraumático.
Además, los falsos rescates de animales en redes sociales afectan a las organizaciones reales de rescate, restándoles credibilidad y recursos. Muchos usuarios, sin saberlo, apoyan la crueldad con sus vistas, comentarios y donaciones.
El negocio detrás de la crueldad
SMACC señala que los falsos rescatistas obtienen ingresos a través de donaciones vía PayPal, criptomonedas y herramientas como el “Super Thanks” de YouTube. En paralelo, el contenido de alta interacción se monetiza mediante anuncios. Según estimaciones previas, este tipo de material puede generar millones de dólares al año.
Desafíos en la detección y regulación
Aunque plataformas como Facebook y YouTube han implementado políticas contra los falsos rescates, SMACC denuncia que las medidas son insuficientes. Los algoritmos, en lugar de frenar, suelen recomendar más contenido similar, amplificando su alcance.
En Europa, el Digital Services Act y en Reino Unido la Online Safety Act buscan sancionar a las plataformas que permiten este tipo de material. Sin embargo, la implementación aún enfrenta grandes retos.
Qué podemos hacer como usuarios
SMACC recomienda aplicar el método A.R.C. para detectar falsos rescates:
- Autenticidad: comprobar si el creador pertenece a una organización real.
- Reality check: cuestionar si la situación es verosímil.
- Creación: identificar retrasos en la ayuda, ediciones y múltiples ángulos de cámara.
Además, sugiere cinco pasos: no ver, no comentar, no compartir, reportar y crear conciencia sobre la crueldad encubierta.
Conclusión
El SMACC Spotlight Report 2024 deja claro que los falsos rescates de animales en redes sociales son una forma de crueldad que explota la compasión de los usuarios y pone en riesgo a miles de animales. Solo una acción colectiva —de plataformas, gobiernos y ciudadanos— podrá frenar esta práctica y proteger a quienes verdaderamente necesitan ayuda.
Referencias
SMACC Coalition
Gobierno de Reino Unido