El senador republicano Rick Scott lanzó una de las advertencias más directas hasta ahora contra el gobierno de Nicolás Maduro. En una entrevista con 60 Minutes, Scott afirmó: «Si yo fuera Maduro, me iría a Rusia o China. Sus días están contados». La declaración llega en medio de un nuevo clima de tensión diplomática, mientras le aconsejan a Maduro irse a Rusia o China para evitar un desenlace forzado.
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La advertencia de Rick Scott
El senador por Florida, conocido por su postura firme frente a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, respondió así a una pregunta sobre el creciente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. La administración estadounidense ha mantenido operaciones navales en la región bajo el argumento de combatir el narcotráfico, aunque el reportaje de 60 Minutes sugiere que el verdadero objetivo podría ser presionar un cambio de poder en Caracas.
Durante la emisión, también se incluyeron declaraciones del exembajador estadounidense en Venezuela, James Story, quien aseguró que «los activos están listos para todo, incluso para una decapitación del gobierno». Estas palabras alimentaron el debate sobre si Washington estaría dispuesto a aumentar la presión política y militar contra Maduro.
Reacción de Caracas
Bajo este contexto. El presidente Nicolás Maduro anunció el inicio del Ejercicio de Defensa Costa Independencia 200, que desplegará entre 700 y 1000 puntos de defensa a lo largo de las costas venezolanas. Según el Ministerio de Defensa, el objetivo es «defender la patria centímetro a centímetro ante cualquier amenaza externa».
El ministro Vladimir Padrino López afirmó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) actuará «en perfecta cohesión con el pueblo» y acusó a Estados Unidos de querer «recrear las condiciones de una nueva guerra eterna» en la región. Con este movimiento, Caracas busca proyectar firmeza ante lo que percibe como una escalada de la presión internacional.
Una relación cada vez más tensa
Las palabras de Scott se suman a una larga lista de declaraciones de funcionarios estadounidenses que han cuestionado la legitimidad del gobierno venezolano. En los últimos meses, Washington ha reforzado su presencia militar en el Caribe y mantenido su apoyo a la oposición, mientras Caracas se aferra a sus alianzas con Moscú y Pekín.
En este escenario, le aconsejan a Maduro irse a Rusia o China se ha convertido en una frase que simboliza la creciente presión internacional. Aunque por ahora no hay indicios de una acción militar inminente, las señales diplomáticas y los movimientos en la región apuntan a un enfriamiento sin precedentes en las relaciones entre ambos países.
Lo que puede venir
Los analistas consultados por medios internacionales coinciden en que la situación podría derivar en una nueva etapa de aislamiento para Venezuela. Si Washington decide ampliar las sanciones o aumentar su presencia naval, Caracas podría responder con más ejercicios militares y un discurso centrado en la defensa de la soberanía.
Por ahora, el mensaje de Scott resuena como una advertencia simbólica pero contundente: el tablero geopolítico se mueve, y el gobierno de Maduro vuelve a quedar en el centro de la tensión entre Estados Unidos, Rusia y China.




