El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió con un mensaje contundente en Truth Social, donde afirmó que habrá paz en Medio Oriente, de una forma u otra. En su declaración, exigió a Hamas liberar de inmediato a todos los rehenes, incluidos los cuerpos de los fallecidos, y estableció un plazo límite: el domingo a las 6:00 p.m. hora de Washington para alcanzar un acuerdo.
Trump aseguró que Israel, Estados Unidos y varios países árabes ya han dado el visto bueno a la iniciativa, que busca frenar la escalada de violencia en la región. Además, describió la propuesta como la “última oportunidad” para que los combatientes de Hamas sobrevivan, reforzando el carácter de ultimátum en su mensaje.
La Casa Blanca respalda el mensaje presidencial
Poco después de la publicación de Trump, la Casa Blanca difundió un comunicado en su cuenta oficial de X, respaldando la exigencia. El texto subraya que se trata de un esfuerzo conjunto entre Washington y sus aliados regionales, con el objetivo de detener el derramamiento de sangre y abrir el camino hacia la paz en Medio Oriente.
El comunicado añade que el plan incluye garantías internacionales y apoyo de potencias árabes, buscando dar un marco diplomático a lo que comenzó como un llamado directo del presidente. Con ello, el mensaje adquiere un carácter institucional y eleva la presión sobre Hamas.
Hamas responde y plantea condiciones
La reacción de Hamas no tardó en llegar. En un comunicado oficial, el movimiento palestino expresó su disposición a negociar, valorando los esfuerzos de Trump y de países árabes e islámicos. Sin embargo, condicionó su participación a la liberación de prisioneros palestinos y al retiro total de la ocupación israelí en Gaza.
Hamas además propuso que, tras la retirada, la Franja quede bajo la administración de un cuerpo palestino de tecnócratas independientes, con respaldo de países árabes e islámicos. Esta propuesta busca dar estabilidad política a la zona, a la vez que responde al ultimátum lanzado desde Washington.
Un escenario en tensión
Aunque el intercambio de mensajes abre una ventana de diálogo, el escenario sigue cargado de tensión. La exigencia de Trump, respaldada por la Casa Blanca, marca un plazo límite que podría desencadenar consecuencias imprevisibles si no se alcanza un acuerdo. Del otro lado, la respuesta de Hamas plantea condiciones difíciles de cumplir en tan corto tiempo.
La paz en Medio Oriente se ha convertido en el eje de este intercambio, pero las diferencias de fondo entre Washington, Israel y Hamas ponen en duda la viabilidad de un acuerdo inmediato. La atención internacional se centra ahora en las negociaciones que podrían definirse antes del plazo fijado por Trump.