Robinson G.
Caribe, 15 de octubre de 2025. Dos bombarderos de Estados Unidos en el Caribe han sido detectados realizando maniobras aéreas a unos 300 kilómetros de la costa venezolana, en una acción que analistas califican como una posible señal política de disuasión.
De acuerdo con los reportes del observador aéreo @RadarAustral_, uno de los B-52H Stratofortress, identificado con el código BUNNY01, realiza vuelos circulares en el centro del Caribe. Su trayectoria, visible en FlightRadar24, lo ubica frente a Aruba y Curazao, fuera del espacio aéreo venezolano.
En paralelo, se confirmó el despegue de un AC-130J Ghostrider desde Puerto Rico con dirección sur, también bajo bandera estadounidense. Aunque no se ha emitido ningún comunicado oficial del Comando Sur, los movimientos se producen en medio de un clima de creciente tensión regional.
El bombardero B-52 Stratofortress
El Boeing B-52 Stratofortress es un bombardero estratégico estadounidense de largo alcance y propulsión a reacción subsónica. Diseñado por Boeing, entró en servicio en 1955 y continúa operando con la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Puede transportar hasta 32 toneladas de armamento y recorrer unos 14.200 kilómetros sin reabastecimiento, lo que lo convierte en una de las plataformas más longevas y versátiles del mundo.
Originalmente concebido para portar armas nucleares durante la Guerra Fría, el B-52 ha sido actualizado constantemente para adaptarse a misiones de ataque convencional, vigilancia y pruebas de misiles hipersónicos. La versión actual, el B-52H, puede lanzar misiles de crucero AGM-86B, bombas guiadas JDAM, misiles antibuque Harpoon y minas navales Quickstrike. Su próxima actualización, designada como B-52J, extenderá su vida operativa hasta la década de 2050.
Un movimiento cargado de simbolismo
Analistas de seguimiento aéreo interpretan la presencia de bombarderos de Estados Unidos en el Caribe como una maniobra de demostración de fuerza y disuasión, más orientada al simbolismo político que a una operación militar activa.
Los B-52H son aeronaves estratégicas de largo alcance capaces de transportar armamento convencional y nuclear, frecuentemente usadas en ejercicios de demostración de poder. Su aparición en la región, junto con un AC-130J —plataforma de apoyo aéreo cercano—, refuerza la percepción de un mensaje de advertencia desde Washington.
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Expectativa y silencio oficial
Hasta el momento, ni el Pentágono ni el Comando Sur han emitido declaraciones sobre las operaciones. En Venezuela, los canales oficiales tampoco han reaccionado, aunque fuentes cercanas al alto mando militar están monitoreando el desplazamiento.
La situación permanece en desarrollo, con observadores civiles siguiendo en tiempo real los movimientos de los bombarderos de Estados Unidos en el Caribe a través de plataformas de rastreo públicas como FlightRadar24.
