El presidente colombiano Gustavo Petro denunció un presunto Golpe de Estado impulsado desde Estados Unidos y señaló directamente al presidente Donald Trump y al senador republicano Bernie Moreno como los principales promotores.
En una serie de mensajes publicados en su cuenta oficial de X, el mandatario vinculó las recientes operaciones militares estadounidenses en el Caribe, las sanciones personales en su contra y una campaña de desinformación con un intento por desestabilizar su gobierno.
Petro sostiene que la ofensiva política proviene de Washington, donde —según él— se estaría gestando una estrategia para condicionar a los gobiernos latinoamericanos mediante la fallida “guerra contra las drogas”.
Trump, Bernie Moreno y la sombra de la guerra antidrogas
En sus publicaciones, Petro afirma que la llamada guerra antidrogas ha dejado más de un millón de muertos en América Latina y que hoy sirve de excusa para presionar gobiernos soberanos.
Asegura que el senador Bernie Moreno ha desempeñado un “papel nefasto” en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, y que el presidente Trump busca sancionarlo para presentarlo ante el mundo como un “jefe del narcotráfico”.
Según el mandatario, el verdadero trasfondo del supuesto Golpe de Estado sería la intención de ciertos sectores estadounidenses de restaurar la influencia de la vieja élite política colombiana vinculada al expresidente Álvaro Uribe y al exmandatario Andrés Pastrana.
La conexión entre el paramilitarismo y el poder político
Petro recordó que durante su etapa como congresista denunció los vínculos entre paramilitares, narcotraficantes y figuras del poder político en Bogotá y Antioquia.
Sostiene que esas investigaciones condujeron a la cárcel al 35 % del Senado colombiano y que desde entonces enfrenta persecución de los mismos sectores.
El mandatario retomó nombres históricos: Arroyave, Gaitán Mahecha y los hermanos Ochoa, junto con acusaciones de lavado de activos en los proyectos urbanísticos del norte de Bogotá. Según su versión, ese entramado económico y político sigue vigente y explica las campañas para debilitar su gobierno.
El informe de la ONU que habría sido manipulado
Petro también señaló a Naciones Unidas, alegando que el informe de 2024 sobre cultivos de hoja de coca contenía un error grave.
De acuerdo con su denuncia, algunos funcionarios extendieron los indicadores de alta productividad a zonas ya abandonadas, lo que sobreestimó la capacidad de producción de cocaína del país.
Ese dato, afirma, fue utilizado por Trump para justificar nuevas acciones militares en el Caribe y sustentar la narrativa del Golpe de Estado. En este contexto, el presidente de Estados Unidos había advertido días atrás que podría cerrar por la fuerza los cultivos de droga en Colombia, una amenaza que amplía la tensión bilateral. Petro aseguró que la ONU “reconoció públicamente el error” y se dispone a corregirlo.
El mapa de la disputa
En defensa de su postura, el presidente publicó un mapa satelital del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) que muestra amplias zonas de cultivos abandonados desde hace tres años.
La imagen, dijo, demuestra que la producción de coca no se ha expandido, sino que ha retrocedido gracias a la sustitución voluntaria de cultivos.

Las acusaciones sobre su campaña y el papel de la DEA
Petro respondió también a los señalamientos sobre la financiación de su campaña presidencial.
Aseguró que las investigaciones del Consejo Nacional Electoral y de sus opositores no han encontrado “ni un solo peso del narcotráfico”.
El mandatario afirmó que sus enemigos políticos intentan “sembrar pruebas” con apoyo de la DEA y sectores de la extrema derecha de Florida, mientras reivindica su política de sustitución de cultivos como una vía más eficaz y humana que la erradicación forzosa.
Según él, la nueva ofensiva internacional es parte de la estrategia del Golpe de Estado para revertir esos avances.
Una tensión diplomática que escala
El presidente colombiano insiste en que su gobierno no cederá ante presiones externas y que continuará impulsando una política antidrogas soberana.
Para Petro, la verdad detrás del presunto Golpe de Estado no está en la cocaína, sino en la lucha por el control político y económico de la región.



